jueves, 6 de diciembre de 2012

     CARRERON Y PODIUM EN LA RIAZA B-PRO MARATÓN 2013.


Dos gallegos de apellido (Adrían y yo) nos apuntamos a la Riaza B-Pro 2013, día 19 de mayo (Fiestas patronales de Espejón).

Una hora antes de la salida llegamos a Riaza, el termómetro del coche marcaba 2º C al llegar y una lluvia fina no paraba en todo el rato. Además, los días anteriores lloviendo y nevando hacían el panorama poco halagüeño. El recorrido de la marcha larga era de 80 kms, que al final la organización la recortó a 71 km anulando tramos, porque había zonas anegadas por las inclemencias meteorológicas. Pero el desnivel sigue siendo bastante con 1400 metros positivos. Esta marcha la organiza el Corte Inglés, así que ya en esta tercera edición se ha batido récord en participación respecto años anteriores, congregando a 1.600 ciclistas. Por todo esto, esta marcha es considerada una de las más importantes de toda la primavera.


En la salida el speaker recomendaba a todos hacer la ruta corta, la de 40 km, que por el barro ya iba a ser dura, así que nos entró la duda y a puntito estuve de hacer la corta, como le comentaba a mi sobrino. Ya sabía lo que podía pasar, se podía formar una acumulación de barro en la bicicleta que haría imposible su correcto funcionamiento y hacer sufrir toda la mecánica (cadena, cambios, frenos…)


Antes de la salida nos encontramos en el parking con el amigo Jesús Aparicio ( Espi ), diciendo que ellos si que hacían la ruta larga echando pelotas, así que nos autoconvencimos de echarle valor. En el rasero vimos a otro amigo pinariego de Huerta de Rey, Pedro Alzaga, con quien conversamos un rato y nos acercamos a la recogida de dorsales. Tras
 esto fuimos directos al arco de salida, para poder coger sitio y olvidarnos de los atascos que podríamos sufrir al haber tanta gente.

A las 10 en punto se daba la salida de la ruta larga. Poco más 350 valientes tomaban la salida.
Se rumoreó que no llegaron a salir  500 participantes en ninguna de las dos rutas, dejando el dato de que casi la mitad de los ciclistas inscritos se aventuraron.

El primer tramo de asfalto, con la carretera cortada al tráfico y con alguna cuesta, ayudó bastante a entrar un poco en calor en los primeros minutos. Luego ya nos adentramos en un camino de cuesta abajo casi todo el rato, con bastante barro, muchos charcos y arroyos que cruzaban la carretera, así que la pasaba con bastante precaución. Aún así pasaban los kilómetros y rodábamos
Adrián y yo por pistas anchas casi todo el rato juntos, hasta la mitad de la ruta, donde empezaban las subidas largas y ya los pequeños grupos se empezaban a romper en mil pedazos.Nuestro amigo (Espi) daba la sorpresa y se escapaba en solitario en la parte inicial cogiendo 2 minutos de ventaja respecto al pelotón. Más tarde sería cazado por el grupo perseguidor en la parte final.
 
Llegamos al primer avituallamiento, pero pasamos sin detenernos como siempre con un ritmo alto pero guardando fuerzas para la parte final ya que las subidas se hacen más duras a causa del barro.Aquí
empezaba el primer puerto de la jornada, de 11 km
y 418 de desnivel al 3,9%. Donde la gente subía de uno en uno y por suerte logro adelantar unas cuantas posiciones. Con el terreno bastante roto y pesado logramos coronar el puerto como pudimos a casi 1500 metros de altura. Con una niebla cerrada nos disponíamos a bajar el puerto y en esa bajada nos encontramos con un tramo repleto de roderas. Tuve de la mala suerte de meterme de lleno en esas roderas y sin darme cuenta ya estaba en el suelo, con tan mala suerte de caer en un charco.

Por suerte ese tramo se acabó rápido y empezaron las zonas de divertidos senderos que ya conocíamos de otros años. A la salida de estos tramos empiezo a notar calambres en las dos piernas y tengo que aflojar el ritmo por que sino puede ser que tenga que parar un rato a relajar piernas y eso supone perder posiciones en la general.

Ya el frío se hace insoportable tengo todas las partes del cuerpo caladas y aún queda la famosa y durísima subida a la ermita, sobre el kilometro 53 de carrera empezaba este ultimo puerto
de solo 5 kms y 290 de desnivel al 5,1% de pendiente media
pero con rampas de más del 20%, por un sendero trialero y embarrado que tenemos que subir andando (nosotros y todo el mundo, por allí no consiguió subir nadie montado).

Último avituallamiento, este en la cima de la ermita, rodeado de nieve, donde hacía un frío insoportable. Uno solo tiene ganas de llegar cuanto antes y fui preguntando a los voluntarios “¿Cuánto queda para la meta?”. 4 km, contestaron. Comenzaba entonces una bajada por pista ancha y veloz hasta coger un senderito muy divertido y el más técnico del día, aunque más bien parecía un arroyo pequeño, lleno de agua y piedras (trialeras). Los dedos de la mano ya no los sentía y no tenía tacto para conducir la bici por la trazada que yo quería. Aquí ya la sangre no riega bien a la cabeza y en una trialera salgo despedido por encima del manillar, esta ya es la segunda caída del día y la más dolorosa. Luego llegaba una breve subida en la que me adelanta otro biker, perdiendo una posición ya a poco de meta. La transmisión estaba llena de barro y ya no funcionaba bien, sobre todo el desviador del los platos que estaba totalmente atascado. Pero una cosa la tenía clara, tenía que llegar a Riaza como fuera. Adrián ya había llegado y conseguímos una espectacular clasificación:

-Adrián entró 2º, parando el cronómetro en  3 horas y 34 minutos.
-Alfredo consiguió entrar en el top ten, entrando 10º con 3 horas y 50 minutos.
De 1600 ciclistas inscritos quedamos entre los 10 primeros, terminarian 350 ciclistas la ruta larga y 760 ciclistas la ruta corta.
El ganador de la marcha fue José Luis Gómez Miranda, del Burgo de Osma.

En la llegada se juntaban las dos rutas. Obsequiaban a todos los participantes la típica bolsa de regalos, (un portaobotes y un bote de 3 € con precio puesto, una camiseta, un brik de leche, una botella de agua y otra de isotónica, una revista, publicidad, una caja de galletas y lo mejor de todo: una barra de pegamento Pritt ).
Lo que sí que nos sentó bien fue un caldito caliente que repartían. También daban una medalla en la que te grababan tu tiempo y nombre.
 
¿A destacar? Lo bien señalizada que estaba la prueba, voluntarios en todos los cruces, amabilidad en los avituallamientos y recogida de dorsales, diversidad de productos (fruta, barritas, quesitos de membrillos, agua, isotónicas...). ¿A mejorar? Las mangueras para lavar bicis y poca cosa más.

Estábamos muertos. Ni tomamos nada, ni nos duchamos, ni lavamos las bicis, ni estiramos… nada más queríamos llegar cuanto antes a casa y descansar. Nos fuimos al coche lo antes posible. Nos quitamos la ropa que estaba que daba pena, poniendo perdido el coche de barro. Montamos la bicis en el coche (este año si que tuvimos fuerzas para ponerlas en la baca) y salimos pitando de Riaza con la calefacción a tope casi todo el rato. El manguerazo de agua que no dimos a las bicis nada más acabar la ruta se lo dimos en un lavadero sin bajarlas del coche, ya entrados en calor.

Resumiendo, pasamos un día épico de esos que recordaremos durante mucho tiempo, dando un recital de conducción bajo la lluvia y dejando a nuestro club en lo más alto. Además tenemos la suerte de salir en el resumen de TVE en Teledeporte, más no se puede pedir.

                                                   CLASIFICACIONES RUTA LARGA:



                                                        

                                               VIDEO RESUMEN EN TELEDEPORTE
     
                                                OTRO VIDEO RESUMEN DE RIAZA